Las fobias y la fobia a la sangre, las inyecciones y las cirugías
Hablamos de fobia cuando existe un miedo persistente ligado a situaciones u objetos claramente discernibles o puntuales, que puede conducir a que se eviten tales estímulos.
¿Cómo se reconoce una fobia?
* El miedo es desproporcionado con respecto a las exigencias de la situación.
* Está más allá del control voluntario.
* Lleva a evitar la situación temida.
* Persiste a lo largo del tiempo.
* Se desencadena ante la presencia o la anticipación de un estímulo o situación concreta, y esto lleva a reacciones fisiológicas, cognitivas y comportamentales.
En el caso de la fobia a la sangre, el miedo puede iniciarse luego de haber visto sangre o heridas, de ver o hablar de intervenciones quirúrgicas, o de recibir una inyección o algún otro procedimiento médico invasivo. Las personas que padecen de fobia a la sangre intentan evitar la situación u objeto fóbico, ya que frecuentemente les provoca desmayos.
Este trastorno, cuya prevalencia se estima entre el 3 y el 4 por ciento en la población general, puede persistir en el tiempo si no se trata en forma correcta. Se considera que entre el 75 y el 80 por ciento de las personas con esta problemática sufre desmayos ante la presencia del estímulo fóbico. Esto se debe a la presencia de la llamada respuesta bifásica: se produce un breve y ligero aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial, a lo que sigue un importante descenso de la frecuencia cardíaca, lo cual desencadena el desvanecimiento.
En la gran mayoría de los casos, los pacientes no sufren mayores sobresaltos a causa de esta fobia; hasta que llega el momento en que necesitan realizar algún estudio médico o procedimiento que no pueden dejar de hacer, como un análisis de sangre, una visita al dentista o una cirugía. Y es entonces cuando finalmente se deciden a consultar.
Es importante mencionar que si bien, en el corto plazo, la persona experimenta alivio al no enfrentar la situación que genera ansiedad, en el largo plazo, se le vuelve más difícil enfrentarla en la siguiente ocasión. De esta manera, podemos observar cómo algunos pacientes postergan de manera indefinida las situaciones temidas, lo cual, sin duda, afecta negativamente su calidad de vida.
Programa de Tratamiento para la Fobia a la Sangre, Inyecciones y Operaciones
El Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro ofrece una evaluación específica para personas con fobias a la sangre, inyecciones y a intervenciones quirúrgicas. La evaluación consiste en una entrevista con un profesional, que determinará el tratamiento por seguir.
El Programa de Tratamiento para la Fobia a la Sangre, Inyecciones y Operaciones consiste en cinco sesiones grupales de psicoterapia cognitivo-conductual de una hora de duración y farmacoterapia según las necesidades de cada paciente. Este tipo de tratamiento ha demostrado ser el más eficaz para este tipo de fobia.
En las sesiones iniciales, se realiza psicoeducación acerca de los síntomas de la fobia, la forma en que se mantienen y cómo se tratan. El hecho de contar con un conocimiento lo más completo y certero posible acerca de las razones por las cuales ese miedo intenso se mantuvo en el tiempo, contribuye al proceso de recuperación.
Luego se explica el papel de la exposición ante las situaciones que generan ansiedad, y para esto se utiliza la llamada Tensión Muscular Aplicada: este procedimiento enseña a los pacientes a tensar los músculos del cuerpo con el fin de elevar la presión sanguínea durante el proceso de exposición y, de esa forma, evitar el desmayo.
En la sesión final, se habla acerca de la forma en que se pueden emplear las estrategias aprendidas en la vida cotidiana.
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