sábado, 29 de enero de 2011

QUIÉN ERA?: Jaime Barylko

Escritor y pensador argentino, nació en Buenos Aires en 1936. Licenciado en Letras y en Filosofía de la UBA, se doctoró en esta última disciplina en la Universidad Nacional de La Plata. Realizó estudios de posgrado en Educación en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Fue profesor en distintas universidades del país y del exterior, así como decano de la Facultad de Estudios Orientales de la Universidad Maimónides y asesor del CONICET y del Ministerio de Educación. Expositor en congresos nacionales e internacionales de Educación, Filosofía, Orientación vocacional y Religiones comparadas, fue también autor de artículos publicados en diversas revistas y periódicos nacionales y extranjeros.
Doctor en Filosofía y Master en Pedagogía, maestro desde muy temprana edad, dejó tras de sí una extraordinaria producción de lectura permanente y de consulta indispensable.
Escribió numerosos libros filosóficos, psicológicos y pedagógicos, varios de los cuales se convirtieron en bestsellers. Entre ellos cabe destacar Sabiduría de la vida (1994), Los hijos y los límites (1995), El aprendizaje de la libertad (1997), Para quererte mejor (1997), La filosofía (2000), Los valores y las virtudes (2002)  y “Cómo ser persona en tiempos de crisis”, “Cábala de la luz”, “El hombre que está solo y no espera”, “Valores y las virtudes”, “Sabiduría de bolsillo”, “Para quererte mejor” y “En busca de uno mismo”, entre otros .
Sus libros fueron reconocidos en todo el mundo. Los vínculos familiares, los hijos, los miedos, la ética y las crisis resumen los ejes de su prolífica obra.
Otros de sus libros, como "El miedo a los hijos", "En busca de los valores perdidos", "La filosofía, una invitación a pensar", "Etica para argentinos", y "Yo y tú, un mundo", además de cautivar al público, se convirtieron en obras de lectura permanente y de consulta indispensable.
"La persona —expresaba Barylko— es portadora de valores. Estos marcan diferencias, establecen lenguajes, dictan normas, y es en ese esquema que la gente puede hacer vida humana e interhumana. La crisis rompió toda normatividad. No hay reglas en la política ni en la economía ni en el tránsito ni en el amor. Tú y yo deberemos establecer las nuestras."
Para Barylko "la salida de la crisis no es sencilla pero es posible. Consiste sobre todo en evitar soluciones fáciles y comprometerse con lo mejor de uno mismo y con los demás". Para este escritor "pensar no significa preocuparse por cómo voy a viajar el próximo domingo. Esto responde a cierto automatismo mental, que no exige esfuerzo. Pensar es un acto de esfuerzo. Es alejarse de la realidad y contemplarla desde arriba, desde su globalidad y buscando un nuevo significado. Esto es capital a la hora de resolver conflictos" afirmó en la presentación de uno de sus últimos libros, "Qué significa pensar".
Fue filósofo, educador y pensador y analista de la condición humana contemporánea, a través de un desarrollo lúcido y un estilo poético y particular. Pensaba y hacía pensar.
Jaime Barylko falleció en Capital Federal víctima de leucemia en diciembre de 2002 a los 66 años. Sus restos fueron inhumados en el cementerio judío de La Tablada, en la manzana 71, un lugar de la necrópolis reservado para hombres célebres. 
Con su prolífica obra logró trascender los límites de la Argentina. Barylko conquistó el mundo con notas, libros y artículos sobre los vínculos familiares. La formación de los hijos, la relación de las personas en la sociedad y la ética, los valores y hasta la moral fueron el leit motiv de muchos de sus escritos.
He aquí algunos de ellos: 

Familia - el arte de la convivencia
(Fragmentos del libro "Familia. El arte de la Convivencia”. Editorial Sudamericana. Buenos Aires. 2005).
"Convivir es practicar la inteligencia, la imaginación, la innovación, la alteración, la divergencia del yo con el yo, que da lugar al training para la convergencia de seres por mero ser divergentes.
Convivir. Sin saber qué es el hombre. Con saber qué soy, que eres, qué disfruto, qué disfrutas, qué cielo nos cubre, qué ambiente nos rodea, qué massmedia nos somete.
Es el conocimiento de nuestras fronteras, que son nuestros puentes, nuestros límites, nuestros barrotes, nuestros alcázares. Para mejor vivir disfrutando."
"Los nuestros son tiempos de amor, porque los nuestros son tiempos de necesidad de sentido, tan solos estamos."
"Familia es educación, educarnos para vivir juntos. Familia es amarnos en expresión de una comunidad de acciones y responsabilidad.
Educación, porque no nacemos, nos hacemos. Educación para el amor. Educación para el respeto".
  
Amor y respeto
(Fragmentos de "Amor y Respeto", publicado en La Nación de Buenos Aires - 1990)
"Confieso públicamente que estoy muy carenciado, y no de amor; estoy carenciado de respeto.
El amor abunda: todo el mundo habla de amor, dice amor, imprime camisetas con la palabra Love ( porque es internacional)…"
"Hay exceso de corazón.
¿No será ese el motivo de tanta cardiopatía ambulante?".
"El nuestro es tiempo de amor, de afecto. Nació una nueva pedagogía, la pedagogía afectiva se llama.
Todo el mundo quiere afecto, amor, emoción, ternura.
Yo también, claro está, pero siento que el agujero mayor por el que nos desangramos no está en el corazón sino en el respeto.
El respeto ya no está de moda, suena a tiempos perimidos y sociedades obsoletas.
Y sin embargo, hay que declararlo, hace falta.
¿Qué es respeto?
La Conciencia de la presencia del otro en calidad de si mismo.
El otro existe, sí.
Nos enseñaron a ser uno-mismo. La idea nos entusiasmó tanto que nos olvidamos del otro.
Existe, existe.
El altruísmo
La gente se ama, pero no se respeta. Creo que es una mezcla explosiva.
El amor es una efusión del alma, fascinante.
El respeto, diría Leonardo, es "cosa mental".
Consiste en descubrir la presencia del otro, considerarla, pensar en ella, en su ser como yo, y en su ser completamente diferente de mi.
Es un trabajo.
El altruismo proviene de la voz alter, el otro: consiste pensar al otro desde el otro."
"El otro es un montón de gustos, caprichos, preferencias que yo no conozco ni domino. El respeto consistiría en abstenerse.
El amor es caritativo, da, inunda, lanza.
El respeto es dubitativo y prefiere abstenerse cuando no está seguro del bien del otro, de ese bien que el otro considera bien."
Educación del respeto
"El respeto se educa."
"El amor no se ordena; sucede o no. Ordenar es prever la posibilidad de educar, de formar hábitos".
"El respeto puede ser ordenado, porque, precisamente, es factible educar en la conciencia del otro.
El amor es relativamente nuevo. Quiero decir esta corriente universal de erotismo de todos los hombres del mundo que unen sus manos en una ronda majestuosa de afecto al compás de la voz de Louis Armstrong.
Antes era más recatado, música de cámara. Hoy se lo pinta con aerosol por calles y templos; es el best-seller de los grafitti"
"Después de todo es fácil amar y el facilismo tiene adeptos por todas partes. El respeto requiere trabajo, educación, ejercicio del pensamiento, meditación, aprendizaje. Es una actitud la que se forma debajo de los hábitos respetuosos, la conciencia de la ajenidad sin la cual yo dejo de ser yo.”

Carta improvisada a mis alumnos
(Fragmentos de "En Busca de los Valores Perdidos", Editorial Santillana, Buenos Aires.1996).
"El individuo - enseñaba Romero - se guía por sus impulsos.
La persona toma los impulsos y los domina y los somete a reglas universales, a valores superiores."
"Educarte es estimularte a pensar para que puedas elegir entre valores y prefieras los superiores sobre los inferiores cuando haya colisión entre ellos.
Estamos hablando, por cierto, de la ética.
La persona es el individuo en cumplimiento de la ética. Y la ética es la vida con los otros, respetados en calidad de otros, en ellos mismos, y no en cuanto objetos destinados a mi uso."
"Un individuo quiere lo suyo. Cada uno quiere lo suyo. Y lo suyo no es lo del otro. En consecuencia, cada uno está enclaustrado en la soledad de sus deseos tan particulares, tan in-compartibles.
La persona es la que se comunica. Porque obra, por así decirlo, sintoniza una onda que no es mía ni tuya sino nuestra, de la humanidad, de nuestros valores en común.
En la humanidad, en el ser de otros, con otros, por otros, hacia otros, hallarás los valores superiores, los del amor y la comunicación, que son los de la felicidad".

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