sábado, 21 de mayo de 2011
LA SALUD II - Impétigo
El impétigo es una infección superficial de la piel muy común en la infancia. Las heridas del impétigo son manchas rojas, húmedas, pequeñas, las que, a menudo forman placas redondas costrosas y exudativas que rápidamente aumentan de tamaño. Se presentan generalmente en la cara, pero pueden manifestarse en cualquier parte del cuerpo.
Causas
El estrato córneo de la piel suele ser una buena barrera contra infecciones cutáneas, pero es vulnerable. Cuando las bacterias logran entrar en la piel, se produce una infección. Algunas personas son más susceptibles que otras y esta predisposición es genética. El impétigo es contagioso hasta que sanen las lesiones, por lo que puede transmitirse de una persona a otra. El aislamiento de las personas infectados no es, por lo general, necesario, pero deben tomarse ciertas precauciones, tales como evitar el contacto estrecho con otras personas, no asistir al colegio, utilizar toalla separada. La ropa del paciente debe cambiarse y lavarse cada día en los primeros días. El período entre contacto e infección (período de incubación) es de 2 a 5 días. Dos tipos de bacterias son los responsables de esta afección: los estreptococos y los estafilococos.
Síntomas
El impétigo tiene un inicio súbito, sin ninguna fuente aparente de infección Suele comenzar con lesiones chatas y enrojecidas que dan lugar a ampollas o pústulas y, eventualmente, a úlceras abiertas que forman costras
amarillentas. Estas lesiones pueden extenderse por debajo de la piel y manifestarse en sitios más alejados. Como cada lesión está atestada de bacterias, cuando la persona se toca la lesión y luego otra zona, puede trasladar el foco infeccioso. En caso de que se extienda a amplias zonas del cuerpo pueden presentarse síntomas generalizados como fiebre, fatiga e inflamación de los ganglios.
Diagnóstico
Como las lesiones son características, son fácilmente diagnosticadas por el médico. También se puede tomar una muestra del material de las lesiones para realizar su cultivo y antibiograma. Importante Los síntomas aquí descritos correspondientes a esta enfermedad pueden confundirse con los de otras patologías. Para establecer un adecuado diagnóstico, consulte siempre a su médico.
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