domingo, 18 de septiembre de 2011

LA CIUDAD - La Ciudad y la Torre



La Torre Monumental,
llamada popularmente
Torre de los Ingleses
fue donada por los
residentes británicos a
la República Argentina
en ocasión del
Centenario de la
Revolución de Mayo
de 1810.



La torre cambió su nombre a “Torre Monumental” luego de la guerra de Malvinas en 1982; pero la gente aún la llama Torre de los Ingleses. Se encuentra en el centro de la Plaza Britannia (Plaza Aeronáutica Argentina) en San Martín y Av. Libertador.
El monumento se convirtió, a lo largo del siglo pasado, en un fiel testigo del desarrollo urbano y fue durante años la puerta de entrada a Buenos Aires dada su vecindad con la terminal de los ferrocarriles de la Estación Retiro, el Puerto de la Ciudad y el Hotel de Inmigrantes, hoy convertido en museo.
Su ubicación fue fijada en el predio donde se hallaba la Usina de Gas de Retiro desde donde se distribuía el combustible para el alumbrado público.
La construcción de unos 60 metros de altura, está revestida con una combinación de ladrillos rojos y piedra labrada, dividida en seis registros. La estructura se emplaza sobre un basamento con cuatro escalinatas a cada lado y vertederos en sus esquinas.

La construcción
La piedra fundamental fue colocada en mayo de 1910 y el edificio inaugurado el 24 de Mayo de 1916. Para su ejecución se realizó un concurso, ganado por el arquitecto Ambrose Poynter, hijo del Presidente de la Real Academia de Londres. Poynter concibió la Torre según el estilo renacentista, según la tendencia imperante en Inglaterra a fines del siglo XVI, época que corresponde a la segunda fundación de Buenos Aires.
La obra se demoró debido al comienzo de la Primera Guerra Mundial. La construcción se confió a la empresa Hopkins y Gardom Ltd. y todo el personal técnico, como los materiales, salvo la arena y el agua, fueron traídos de Inglaterra.
Galería Histórica
La Dirección General de Museos a través de su Departamento Técnico Museológico realiza la curación de la Torre Monumental. La Torre exhibe en sus seis salas exposiciones permanentes y temporarias. La Galería Histórica, que ocupa el primero y sexto piso, expone con carácter permanente fotografías, planos, documentos, invitaciones, recortes periodísticos, entre otras piezas que conforman una visión abarcadora de la historia del monumento provenientes de los Museos de la Ciudad y de los archivos de distintas dependencias del Gobierno de la Ciudad.
Dedica tres salas de exposición a la fotografía: el denominado Fotoespacio del Retiro, allí se alternarán de forma periódica las vastas colecciones fotográficas de los nueve Museos de la Ciudad junto a las producciones contemporáneas.
Escudos y Emblemas
Tanto sobre la entrada principal, en la cual se encuentra una placa de mármol grabada donde se lee: "Los residentes británicos al gran Pueblo Argentino Salud. 25 de Mayo de 1910 ",como sobre las restantes caras, existe un friso donde se alternan triglifos y metopas ornamentadas con soles y diferentes emblemas del imperio Británico; puede reconocerse la flor del cardo -emblema nacional desde 1540-, la rosa de la Casa Tudor, el dragón rojo de Wales y el trébol de Irlanda.
A la altura del primer registro se encuentran los escudos del Reino Unido de Gran Bretaña y de la República Argentina. Se destacan además los emblemas de Inglaterra y de Escocia. Un unicornio y el león rampante enmarcan dos leyendas escritas en francés: "Dieu est mon droit" ("Dios es mi derecho") y "Honni soit qui mal y pense" ("Deshonor al que piense mal de esto") Orden de la Jarretiere en Inglaterra".

El reloj y sus campanas
En el piso superior, a 35 metros de altura, se encuentra el reloj, que posee cuatro cuadrantes de 4,40 metros de diámetro realizados en opalina. La maquinaria funciona con un péndulo de 4 metros de altura y alrededor de 100 kg. de peso. Sobre la maquinaria continúa la estructura de la torre, rodeada por un balcón-balaustrada y coronada por una cúpula octogonal cubierta de láminas de cobre y cabriadas de acero, sobre cuya cima gira una veleta que representa una fragata de tres mástiles de la época Isabelina. Este lugar alberga cinco campanas de bronce, la mayor de ellas pesa 7.000 kg. y el carillón que marca los cuartos de hora alrededor de unos 3.000 kg.
A veces, el sonido baña las playas de algo divino. La reminiscencia de esa sonoridad sagrada nos aguarda en el Retiro, como luego veremos. Pero el sonido del reloj en la Torre de los  Ingleses no es salto a lo divino. Es acústica de la medición, la fragmentación y control del tiempo. A partir del Renacimiento, los relojes desplazan a los campanarios de las iglesias. Las campanas anunciaban la Misa, evento de lo ritual y sagrado. El reloj ahora mide el tiempo profano, el devenir de los asuntos mundanales. Y señala, recuerda, la importancia de no "perder tiempo", de utilizarlo correctamente para actividades útiles y lucrativas.   
Por otra parte, la aguja del reloj moderno entra en conflicto con su otra dimensión: el péndulo. El vértice de la aguja batalla con el vaivén del péndulo. Lo pendular es el repetido ir hacia atrás (flecha hacia el pasado), y el ir hacia adelante (brazo hacia el futuro), siempre atravesando el capullo del presente. El tiempo pendular es continuo vaivén. Expansión hacia uno y otro lado. Expansión, lo contrario de una contracción. Y la aguja del reloj es esencialmente esa contracción. Aguja que siempre se contrae a señalar este instante, este presente, este ahora.
El tiempo contraído de la aguja es afín a la veleta que sostiene la cúpula de forma octogonal de la torre. La veleta de la Torre de los Ingleses representa a una fragata de tres mástiles de la época isabelina. La veleta se entrega al viento.   Alternativamente, el viento sopla hacia los cuatro puntos cardinales, hacia todas las direcciones del mundo. Pero la veleta isabelina en realidad, sólo navega en una dirección; la empuja una fuerza unidireccional: el hambre de conquista del imperio británico. Un barco con la silueta típica de la época de la Reina Isabel, (como el de la veleta que aparenta ser permeable a todas las direcciones del espacio) es lo que ostenta el navío de Sir Francis Drake. La nave pirata que acomete la segunda circunnavegación de la Tierra. Nave que recorre todos los mares, todas las direcciones, pero siguiendo el único sendero de la ambición de conquista de las Islas Británicas. Así, la veleta isabelina finge moverse en cuatro direcciones, pero su popa, entre las espumas oceánicas, labra una senda de un único sentido.
Mirador
En su interior, un ascensor vidriado recorta los ambientes hasta desembocar en el sexto piso. Desde allí se accede a un mirador que redescubre la ciudad desde una perspectiva que permite apreciar principalmente el barrio de Retiro, su terminal ferroviaria y el Puerto de Buenos Aires.
Visitas guiadas
Con la reapertura de la Torre Monumental, la Ciudad se apropia de un nuevo espacio cultural. Con el fin de difundir nuestro patrimonio arquitectónico, la Dirección General de Desarrollo y Promoción Turística ha programado una serie de Visitas Guiadas - realizadas por experimentados guías - en las que el visitante podrá conocer tanto la historia del monumento como redescubrir el barrio de Retiro desde una perspectiva inédita.

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