lunes, 3 de octubre de 2011

SUPLEMENTO LITERARIO - Entrelineasliteral - Octubre de 2011



José Lezama Lima


José María Fernando Lezama Lima nace el 19 de diciembre de 1910 en el Campamento de Columbia, en las proximidades de La Habana, donde su padre era coronel. 
Ya en la capital, participa en los alzamientos estudiantiles contra la dictadura de Machado y se matricula en Derecho.
Desde 1929 hasta su muerte, vivirá primero con su anciana madre y, más tarde, con su esposa en una casa de la parte vieja de la ciudad, tolerado a duras penas por el régimen, y sólo abandonará la isla durante dos breves estancias en México y Jamaica. Poeta, ensayista y novelista, patriarca invisible de las letras cubanas, desde 1944 hasta 1957. Fundó la revista Verbum y estuvo al frente de Orígenes, la más importante de las revistas cubanas de literatura. Conocedor profundo de Góngora, Platón, los poetas órficos y los filósofos gnósticos, Lezama compendió su vida en el amor a los libros. Su obra culterana está saturada de claves, enigmas, alusiones, parábolas y alegorías que aluden a una realidad secreta, íntima y, al mismo tiempo, ambigua. Desarrolló una erótica de la escritura, anticipándose, de esta manera, a las corrientes europeas de la estilística estructuralista. Sus ensayos son imaginativos, poéticos, abiertos y constituyen una recreación de textos y visiones.

Su primer libro de poemas fue Muerte de Narciso (1937), y con él emplaza al lector frente a una situación límite de la realidad de cuyo desmantelamiento surge otra realidad artísticamente potenciada y reconstruida dentro de una fascinante y barroca mitología. Siguen, entre otras obras poéticas, todas influidas por el estilo rico en metáforas y lleno de distorsiones de Góngora, Enemigo rumor (1941), Aventuras sigilosas (1945), Dador (1960) y Fragmentos a su imán, publicado póstumamente en 1977, en las que sigue demostrando que la poesía es una aventura arriesgada.
En 1966 publicó la novela Paradiso, donde confluye toda su trayectoria poética de carácter barroco, simbólico e iniciático. El protagonista, José Cemí, remite de inmediato al autor en su devenir externo e interno camino de su conversión en poeta. Lo cubano, con sus deformaciones verbales, desempeña un papel fundamental en la obra, como ocurre en su colección de ensayos La cantidad hechizada (1970). Oppiano Licario es una novela inconclusa, aparecida póstumamente en 1977, que desarrolla la figura del personaje que ya aparecía en Paradiso y de la que toma título. Lezama Lima ha influido inmensamente en numerosos escritores hispanoamericanos y españoles, algunos de los cuales llegaron a considerarle su maestro, como es el caso de Severo Sarduy.
Obeso y asmático desde la infancia, muere el 9 de agosto de 1976.


Para un final presto
Cuento de José Lezama Lima

Una muchedumbre gnoseológica se precipitaba desembocando con un silencio lleno de agudezas, ocupa después el centro de la plaza pública. Su actitud, de lejos, presupone gritería, y de cerca, un paso y unos ojos de encapuchados. Eran transparentes jóvenes estoicos, discípulos de Galópanes de Numidia, que aportaban el más decidido contingente al suicidio colectivo, preconizado por la secta. Ese fervor lo había conseguido Galópanes abriendo las puertas de sus jardines a jóvenes de quince a veinte años; así logró aportar trescientos treinta y tres decididos jóvenes que se iban a precipitar en el suicidio colectivo al final de sus lecciones. La secta denominada El secuestro del tamboril por la luna menguante, tenía visibles influencias orientales, y por eso, muchos padres atenienses, que amaban más al eidos que al ideal de vida refinada, si mandaban a sus hijos a esos jardines era para permitirse el áureo dispendio, de que sus hijos, sin viajar, pudiesen hablar de exotismos.
La primera idea de fundar El secuestro del tamboril, había surgido en Galópanes de Numidia, al observar cómo el rey Kuk Lak, al verse en el trance de ejecutar a un grupo de conspiradores, había tenido que arrancarlos de la vida amenazadora que llevaban y lanzarlos con fuerza gomosa en la Moira o en Tártaro, según estuviesen más apegados a la religión que nacía o a la que moría. Al ver Galópanes los crispamientos y gestos desiguales e incorrectos de los jóvenes ajusticiados decidió idear nuevos planes de enseñanza. Un jardín de amistosas conversaciones, donde los jóvenes fuesen conspiradores o amigos, pero donde pudiesen irse preparando para entrar en la muerte, cuando se cumpliesen los deseos del Rey. Así una de las frases que había de seguir en la academia: un joven desmelenado, o que pasea perros o tortugas, es tan incorrecto o alucinante como el león que en la selva no ruge dos o tres veces al día. Con esos recursos los jóvenes iban conversando y preparándose para morir, mientras el Rey afinaba mejor sus ocios y buscaba con detenimiento las mejores cabezas.
Habían acudido los trescientos treinta y tres jóvenes estoicos para cerrar el curso con el suicidio colectivo. Existía en el centro de la plaza pública un cuadrado de rigurosas llamas, donde los jóvenes se iban lanzando como si se zambullesen en una piscina. El fuego actuaba con silencio y el cuerpo se adelantaba silenciosamente. Esa decisión e imposibilidad de traición, ninguno de los jóvenes transparentes habían faltado, únicamente podía haber sido alcanzada por las pandillas diseminadas de estoicos contemporáneos. Aun en el San Mauricio el Greco, lo que se muestra es patente: se espera la muerte, no se va hacia la muerte, no se prolonga el paseo hasta la muerte. Solamente los estoicos contemporáneos podían mostrar esa calidad; ningún traidor, ningún joven vividor y apresurado había corrido para indicarle al Rey que los jóvenes que él utilizaba para la guerra iban con pasos cautelosos a hacer sus propios ofrecimientos con su propio cuerpo ante el fuego.
Las lecciones de los últimos estoicos transcurrían visiblemente en el jardín. Sus cautelas, sus frases lentas, los mantenía para los curiosos alejados de cualquier decisión turbulenta. Muy cerca, en sótanos acerados, una banda de conservadores chinos, en combinación con unos falsificadores de diamantes de Glasgow, había fundado la sociedad secreta El arcoiris ametrallado. En el fondo, ni eran conservadores chinos ni falsificadores de diamantes. Era esa la disculpa para reunirse en el sótano, ya que por la noche iban a los sitios más concurridos del violín, la droga y el préstamo. Querían apoderarse del Rey, para que el hijo del Jefe, que tenía unas narices leoninas de leproso, utilizadas, desde luego, como un atributo más de su temeridad, fuese instalado en el Trono, mientras el Jefe disfrutaría con su querida un estío en las arenas de Long Beach.
La policía vigilaba copiosamente a la banda de chinos y falsificadores. Pero sufrirían un error esencial que a la postre volaría en innumerables errores de detalles. De esos errores derivarían un grupo escultórico, una muerte fuera de toda causalidad y la suplantación de un Rey. Era el día escogido por los estoicos de Galópanes para iniciar los suicidios colectivos. El frenesí con que habían surgido los gendarmes de la estación, les impedía entrar en sospechas al ver los pasos lentos, casi pitagorizados de los estoicos. A las primeras descargas de la gendarmería, los estoicos que iban hacia la hoguera silenciosamente, prorrumpían en rasgados gritos de alborozo, de tal manera que se mezclaban para los pocos espectadores indiferentes, los agujeros sanguinolentos que se iban abriendo en los cuadros de los estoicos suicidas y las risas con que éstos respondían. Al continuar las detonaciones, las carcajadas se frenetizaron.
El capitán que dirigía el pelotón tuvo una intuición desmedida. La situación siguiente a la muerte de su tío, poseedor de un inquieto comercio de cerámica de Delft, y ya antes de morir serenamente arruinado, con quien había vivido desde los cinco años; al ocurrir la muerte de su tío, se obligaba a aceptar esa plaza de capitán de gendarmes, brindada por un cuarentón comandante de húsares a quien había conocido en un baile conmemorativo del 14 de Julio. Nuestro futuro capitán de gendarmes había asistido al baile disfrazado de comandante de húsares, mientras el comandante de húsares asistía disfrazado de cordelero franciscano. Éste fue el motivo de su amistad iniciada por unas sonrisas mefistofélicas, continuada por la espera de la plaza demandada, y terminada, como siempre, por una apoplejía fulminante.
El comandante cuando se embriagaba abría su Bagdad de lugares comunes. Uno de los que recordaba el actual capitán de gendarmes era: que una carga de húsares era la antítesis del suicidio colectivo de los estoicos. Más tarde, al recibir una beca en Yale para estudiar el taladro en la cultura eritrea en relación con el culto al sol en la cultura totoneca, había aclarado esa frase que él creía sibilina al brotar mezclada con los eructos de una copa de borgoña seguida por la ringlera inalcanzable de tragos de cerveza. Un insignificante estudiante de filosofía de Yale, que presumía que había frustrado su vocación, pues él quería ser pastor protestante y poseer una cría de pericos cojos del Japón, le reveló en una sola lección el secreto, lo que él había creído en su oportunidad un dictado del comandante en éxtasis.
La plaza pública ofrecía diagonalmente la presencia del museo y de una bodega de vinos siracusanos. El capitán decidió utilizar los servicios de ambos. Así, mientras lentamente iban cesando las detonaciones mandaba contingentes bifurcados. Unos traían del museo ánforas y lekytosaribalisco, y otros traían borgoña espumoso de la bodega. Los estoicos se iban trocando en cejijuntos, aunque no en malhumorados. El jefe, Galópanes de Numidia, había trazado el plan donde estaban ya de antemano copadas todas las salidas. Días antes del vuelco definitivo de los estoicos suicidas en la plaza pública, había hecho traer de la bodega sus colecciones de vinos, con la disculpa de consultar etiquetas y precios para la festividad trascendental. Los había devuelto, alegando otras preferencias y la excesiva lejanía aun del festival, pero regresaban los frascos portando los venenos más instantáneos. Los gendarmes que creían transportar en esas ánforas líquidos sanguinosos cordiales reconciliaciones con el germen y el transcurso, se quedaban absortos al observar cómo abrevando los estoicos entraban en la Moira. Los estoicos, con dosificado misterio causal provocado, morían al reconciliarse con la vida y el vino les abría la puerta de la perfecta ataraxia.
El Rey vigilaba a los conspiradores que no eran conspiradores, pero desconocía a los estoicos de Galópanes. Creía, como al principio creyó el capitán, que la salida era la de los conspiradores falsarios. Desde una ventana conveniente contempló el primer choque de los gendarmes con los estoicos pero al observar posteriormente cómo conducían hasta los labios de los que él presuponía conspiradores, las ánforas vinosas, creyó en la traición de ese pelotón, y desesperado, irregular, ocultadizo, corrió a hacer la llamada a otro cuartel donde él creía encontrar fidelidad.
Ante esa llamada y su noticia, la tropa salió como el cohete sucesivo que permitiría a Endimión besar la Luna. Pero entre la llamada y la salida a escape habían sucedido cosas que son de recordación. En ese cuartel, en la manipulación de los nítricos, trabajaba un pacifista desesperado. Fundador de la sociedad La blancura comunicada, cuya finalidad era hacer por injertos sucesivos, precioso trabajo de laboratorismo suizo, del tigre, una jirafa, y del águila, un sinsonte; asistía furtivamente a las reuniones de los estoicos; en sus paseos digestivos sorprendía a ratos aquellos diálogos la preparación de la muerte, y sabía la noche en que los estoicos caerían sobre la plaza pública. El día anterior se introdujo valerosamente en el almacén del cuartel y le quitó a cada rifle tornillos de precisión, debilitando en tal forma el fulminante que el plomo caía a pocos pies del tirador, formándose tan sólo el halo detonante de una descarga temeraria.
 Al llegar a la plaza la tropa del cuartel y contemplar a los gendarmes y a los supuestos conspiradores, alzando el ánfora de la amistad, lanzaron de inmediato disparos tras disparos. Los estoicos ya iban cayendo por el veneno deslizado en las ánforas, pero la tropa del cuartel admiraba su puntería, la cegadora furia les impedía contemplar que el plomo caía, pobre de impulso, en una parábola miserable. Cuando creían que la muerte lanzada con exquisita geometría daba en el pecho de los conspiradores, el azar le comunicaba a sus certezas una vacilación disfrazada tras lo alcanzado, tan distante siempre de los errores preparados por los maestros de ajedrez que saben distribuir un fracaso parcial, o el detalle imperfecto de algunos retratos de Goya, el perrillo Watteau que tiene una cabeza de tagalo combatiente, hecho maliciosamente para que el conjunto adquiera una deslizada exquisitez.
El Rey formaba un grupo escultórico. Detrás de la ventana contemplaba la muerte refinada activísima y las detonaciones bárbaras eternamente inútiles. Cuando llegó a la plaza pública la tropa del cuartel, y vio sus detonaciones, corrió a llamar a los otros cuarteles, anunciándole paz tendida y muy blanca.
El grueso de sus tropas vigilaba las fronteras. El Jefe de la pandilla acariciaba sus parabrisas y vigilaba todo posible gagueo de sus ametralladoras. Al pasar el Jefe por la estación del capitán de gendarmes notó una ausencia terrible: más tarde al no encontrar resistencia por parte de la tropa del cuartel, pensaron que todos esos guerreros equívocos estaban rodeando al Rey para preparar una defensa real.
Al pasar por la plaza pensaron en el regreso de las tropas fronterizas en abierta pugna con aspirantes consanguíneos. Ya aquí pensaron que les sería fácil apoderarse del Rey, pero extremadamente peligroso abrir las ventanas del Rey puesto, frente a esa plaza, donde no se sabía cuándo sería el último muerto, y con quién en definitiva se abrazaría.
La jornada de los conspiradores falsarios era como un largo brazo que va adentrándose en un oleaje. Pudieron resbalar en Palacio hasta llegar frente a la antecámara. Aquí el Jefe y su hijo, el de las narices leoninas de leproso, se adelantaron, finos, capciosos, con sus dedos como un instrumental probándose en la yugular regicida.
Un año después, el Jefe, con su querida, se estira y despereza en las arenas de Long Beach. Contempla la cáscara de toronja que las aguas se llevan, y el peine desdentado, con un mechón pelirrojo, que las aguas quieren traer hasta la arena.
FIN


Muerte de Narciso
Poema de José Lezama Lima
 Dánae teje el tiempo dorado por el Nilo,
envolviendo los labios que pasaban
entre labios y vuelos desligados.
La mano o el labio o el pájaro nevaban.
Era el círculo en nieve que se abría.
Mano era sin sangre la seda que borraba
la perfección que muere de rodillas
y en su celo se esconde y se divierte.

Vertical desde el mármol no miraba
la frente que se abría en loto húmedo.
En chillido sin fin se abría la floresta
al airado redoble en flecha y muerte.
¿No se apresura tal vez su fría mirada
sobre la garza real y el frío tan débil
del poniente, grito que ayuda la fuga
del dormir, llama fría y lengua alfilereada?

Rostro absoluto, firmeza mentída del espejo.
El espejo se olvida del sonido y de la noche
y su puerta al cambiante pontífice entreabre.
Máscara y río, grifo de los sueños.
Frío muerto y cabellera desterrada del aire
que la crea, del aire que le miente son
de vida arrastrada a la nube y a la abierta
boca negada en sangre que se mueve.

Ascendiendo en el pecho sólo blanda,
olvidada por un aliento que olvida y desentraña.
Olvidado papel, fresco agujero al corazón
saltante se apresura y la sonrisa al caracol.
La mano que por el aire líneas impulsaba,
seca, sonrisas caminando por la nieve.
Ahora llevaba el oído al caracol, el caracol
enterrando firme oído en la seda del estanque.

Granizados toronjiles y ríos de velamen congelados,
aguardan la señal de una mustia hoja de oro,
alzada en espiral, sobre el otoño de aguas tan hirvientes.
Dócil rubí queda suspirando en su fuga ya ascendiendo.
Ya el otoño recorre las islas no cuidadas, guarnecidas
islas y aislada paloma muda entre dos hojas enterradas.
El río en la suma de sus ojos anunciaba
lo que pesa la luna en sus espaldas y el aliento que en halo convertía.

Antorchas como peces, flaco garzón trabaja noche y cielo,
arco y cestillo y sierpes encendidos, carámbano y lebrel.
Pluma morada, no mojada, pez mirándome, sepulcro.
Ecuestres faisanes ya no advierten mano sin eco, pulso desdoblado:
los dedos en inmóvil calendario y el hastío en su trono cejijunto.
Lenta se forma ola en la marmórea cavidad que mira por espaldas que nunca me preguntan, en veneno
que nunca se pervierte y en su escudo ni potros ni faisanes.

Como se derrama la ausencia en la flecha que se aísla
y como la fresa respira hilando su cristal,
así el otoño en que su labio muere, así el granizo
en blando espejo destroza la mirada que le ciñe,
que le miente la pluma por los labios, laberinto y halago
le recorre junto a la fuente que humedece el sueño.
La ausencia, el espejo ya en el cabello que en la playa
extiende y al aislado cabello pregunta y se divierte.

Fronda leve vierte la ascensión que asume.
¿No es la curva corintia traición de confitados mirabeles,
que el espejo reúne o navega, ciego desterrado?
¿Ya se siente temblar el pájaro en mano terrenal?
Ya sólo cae el pájaro, la mano que la cárcel mueve,
los dioses hundidos entre la piedra, el carbunclo y la doncella.
Si la ausencia pregunta con la nieve desmayada,
forma en la pluma, no círculos que la pulpa abandona sumergida.

Triste recorre -curva ceñida en ceniciento airón-
el espacio que manos desalojan, timbre ausente
y avivado azafrán, tiernos redobles sus extremos.
Convocados se agitan los durmientes, fruncen las olas
batiendo en torno de ajedrez dormido, su insepulta tiara.
Su insepulta madera blanda el frío pico del hirviente cisne.
Reluce muelle: falsos diamantes; pluma cambiante: terso atlas.
Verdes chillidos: juegan las olas, blanda muerte el relámpago en sus venas.

Ahogadas cintas mudo el labio las ofrece.
Orientales cestillos cuelan agua de luna.
Los más dormidos son los que más se apresuran,
se entierran, pluma en el grito, silbo enmascarado, entre frentes y garfios.
Estirado mármol como un río que recurva o aprisiona
los labios destrozados, pero los ciegos no oscilan.
Espirales de heroicos tenores caen en el pecho de una paloma
y allí se agitan hasta relucir como flechas en su abrigo de noche.

Una flecha destaca, una espalda se ausenta.
Relámpago es violeta si alfiler en la nieve y terco rostro.
Tierra húmeda ascendiendo hasta el rostro, flecha cerrada.
Polvos de luna y húmeda tierra, el perfil desgajado en la nube que es espejo.
Frescas las valvas de la noche y límite airado de las conchas
en su cárcel sin sed se destacan los brazos,
no preguntan corales en estrías de abejas y en secretos
confusos despiertan recordando curvos brazos y engaste de la frente.

Desde ayer las preguntas se divierten o se cierran
al impulso de frutos polvorosos o de islas donde acampan
los tesoros que la rabia esparce, adula o reconviene.
Los donceles trabajan en las nueces y el surtidor de frente a su sonido
en la llama fabrica sus raíces y su mansión de gritos soterrados.
Si se aleja, recta abeja, el espejo destroza el río mudo.
Si se hunde, media sirena al fuego, las hilachas que surcan el invierno
tejen blanco cuerpo en preguntas de estatua polvorienta.

Cuerpo del sonido el enjambre que mudos pinos claman,
despertando el oleaje en lisas llamaradas y vuelos sosegados,
guiados por la paloma que sin ojos chifla,
que sin clavel la frente espejo es de ondas, no recuerdos.
Van reuniendo en ojos, hilando en el clavel no siempre ardido
el abismo de nieve alquitarada o gimiendo en el cielo apuntalado.
Los corceles si nieve o si cobre guiados por miradas la súplica
destilan o más firmes recurvan a la mudez primera ya sin cielo.

La nieve que en los sistros no penetran, arguye
en hojas, recta destroza vidrio en el oído,
nidos blancos, en su centro ya encienden tibios los corales,
huidos los donceles en sus ciervos de hastío, en sus bosques rosados.
Convierten si coral y doncel rizo las voces, nieve los caminos,
donde el cuerpo sonoro se mece con los pinos, delgado cabecea.
Más esforzado pino, ya columna de humo tan agudo
que canario es su aguja y surtidor en viento desrizado.

Narciso, Narciso. Las astas del ciervo asesinado
son peces, son llamas, son flautas, son dedos mordisqueados.
Narciso, Narciso. Los cabellos guiando florentinos reptan perfiles,
labios sus rutas, llamas tristes las olas mordiendo sus caderas.
Pez del frío verde el aire en el espejo sin estrías, racimo de palomas
ocultas en la garganta muerta: hija de la flecha y de los cisnes.
Garza divaga, concha en la ola, nube en el desgaire, espuma colgaba de los ojos, gota marmórea y dulce plinto no ofreciendo.

Chillidos frutados en la nieve, el secreto en geranio convertido.
La blancura seda es ascendiendo en labio derramada,
abre un olvido en las islas, espadas y pestañas vienen
a entregar el sueño, a rendir espejo en litoral de tierra y roca impura.
Húmedos labios no en la concha que busca recto hilo,
esclavos del perfil y del velamen secos el aire muerden
al tornasol que cambia su sonido en rubio tornasol de cal salada,
busca en lo rubio espejo de la muerte, concha del sonido.
Si atraviesa el espejo hierven las aguas que agitan el oído.
Sí se sienta en su borde o en su frente el centurión pulsa en su costado.
Si declama penetra en la mirada y se fruncen las letras en el sueño.
Ola de aire envuelve secreto albino, piel arponeada,
que coloreado espejo sombra es del recuerdo y minuto del silencio.
Ya traspasa blancura recto sinfín en llamas secas y hojas lloviznadas.
Chorro de abejas increadas muerden la estela, pídenle el costado.
Así el espejo averiguó callado, así Narciso en pleamar fugó sin alas.

FIN

EL DICCIONARIO

Palabritas raras

- Ataxia: Desorden, irregularidad, perturbación de las funciones del sistema nervioso.
- Cinantropia: fue aplicado en 1901 a los mitos chinos acerca de humanos que se transformaban en perros, perros que se transformaban en humanos, y relaciones sexuales entre humanos y canes.
- Chalana: Que trata en compras y ventas, especialmente de caballos u otras bestias, y tiene para ello maña y persuasión.
- Egresiva: aire respirado.
- Enfiteútico: Proviene de enfiteusis: Cesión perpetua o por largo tiempo del dominio útil de un inmueble, mediante el pago anual de un canon y de laudemio por cada enajenación de dicho dominio.
- Entelequia: En la filosofía de Aristóteles, fin u objetivo de una actividad que la completa y la perfecciona.
- Hagiografía: (De hagiógrafo). Historia de las vidas de los santos.
- Hebdomadario: 1. adj. semanal. 2. m. En los cabildos eclesiásticos y comunidades regulares, semanero, persona que se destina cada semana para oficiar en el coro o en el altar.
- Festón: Bordado de realce en que por un lado queda rematada cada puntada con un nudo, de tal modo que puede cortarse la tela a raíz del bordado sin que este se deshaga.
- Oxífraga: Quebrantahuesos.
- Parasangas: Medida itineraria equivalente a 5.250 m. usada por los persas desde tiempos muy remotos.
- Pediluvios: Baño de pies tomado por medicina.
-  Proparoxítono: esdrújulo.
- Prótasis: Primera parte del poema dramático.
- Rigodón: Cierta especie de contradanza.

lunes, 19 de septiembre de 2011

QUIEN ERA? - Salvador Mazza

Salvador Mazza nació en Buenos Aires, 6 de junio de 1886. Porteño criado en Rauch,  mostró sus primeros reflejos de capacidad cuando a los 10 años ingresó al Colegio Nacional de Buenos Aires. Al terminar sus estudios se inscribió en la Escuela de Marina de Guerra, pero un problema detectado a último momento durante la revisación médica le cerró el camino.
El 1903 lo encontró en la carrera de Medicina de la UBA, pero el sólo estudio no le satisfacía: al mismo tiempo fue inspector sanitario y participante de las campañas de vacunación en la provincia de Buenos Aires.
Estas inclinaciones sanitaristas empezaban a definirlo en su método, que no se limitó al laboratorio o al despacho, sino que lo llevó a hurgar en el interior del país, donde las endemias hacían estragos, como continúan haciéndolo.
Intercalando estudio, trabajo a nivel sanitario y participación estudiantil -ya que formó parte del Centro de Estudiantes de Medicina en varias ocasiones-, Mazza se convirtió en bacteriólogo, laboratorista clínico y patólogo. Parece haber en su vida un factor común, determinante, que es la acumulación de conocimientos y experiencia con el afán de perfeccionar sus posibilidades de investigación. Por esto mismo, y luego de dejar la jefatura del laboratorio de la isla Martín García -en donde los inmigrantes hacían cuarentena antes de ingresar al país- inició una serie de viajes por Europa donde estudió profilaxis de las enfermedades infecciosas, sanidad militar y microfotográfia, entre otras especialidades. A su regreso, en 1920, fue nombrado director del laboratorio central del Hospital Nacional de Clínicas y docente de la cátedra de Bacteriología.
Nacen los proyectos
En 1923 partió junto con su esposa rumbo a Francia para iniciar un segundo período de perfeccionamiento y en ese mismo año puso pie en Túnez.
Charles Nicolle
El director del Instituto Pasteur de esa colonia francesa era el doctor Charles Nicolle, gran entomólogo y bacteriólogo considerado como el segundo Pasteur. Tanto la ciencia como también la cultura humanística de Nicolle cautivaron a Mazza, quien encontró un maestro en el francés y lo definió como: "el padre espiritual de todos mis trabajos".
Después de año y medio de recorrer el norte de Africa, Mazza regresaba a Buenos Aires y a su llegada era nombrado jefe del Laboratorio y Museo del Instituto de Clínica Quirúrgica. Para ese entonces su cabeza estaba dedicada a planear una visita de Charles Nicolle a Buenos y Aires, hecho que se concretó en 1925.
Nicolle llegó con el fin de estudiar las patologías autóctonas, y para esto recorrió el Norte argentino. Al comprobar la situación de desamparo de los médicos del interior frente a las graves endemias, el francés decidió apoyar a Mazza en el proyecto que venía planificando desde hacía un tiempo: la creación de un instituto que se ocupara del diagnóstico y estudio de enfermedades de la zona, muchas de las cuales eran desconocidas. Con este impulso, en 1926 se creó, desde la Facultad de Medicina, la Misión de Estudios de Patología Regional Argentina (MEPRA), con Mazza como director.
La MEPRA comenzó una recorrida por todo el interior del país y se dedicó a enrolar médicos y científicos de los cuatro puntos cardinales. Al mismo tiempo, y para afianzar las investigaciones, nació la Sociedad Argentina de Patología Regional: ahora el estudio y diagnóstico de las endemias pasaba a estar en franco proceso de federalización.
El Chagas
El Mal de Chagas fue descubierto en 1909. El brasileño Carlos Ribeiro Justiniano das Chagas era entonces un joven científico comisionado por el Ministerio de Salud Pública de Brasil para estudiar la presencia de focos de paludismo en el nordeste de su país. Haciendo este trabajo Chagas detectó enfermos que en la sangre presentaban un parásito, tripanosoma, al cual denominó cruzi en honor al investigador brasileño Oswaldo Cruz.
Chagas consiguió infectar y reproducir en monos la enfermedad que él observaba en humanos mediante la inoculación de tripanosomas extraídos de la sangre de sus pacientes. Cumplió así los postulados clásicos necesarios para caracterizar a una enfermedad infecciosa: el aislamiento del germen, su asociación con manifestaciones y lesiones que se reiteran y finalmente la reproducción de la enfermedad mediante la inoculación del germen a un animal.
Convertido en un explorador sanitario, Mazza llevó a cabo 11 viajes por el noroeste argentino y pasó las fronteras llegando a Bolivia, Brasil y Chile. En su marcha, aparte de diagnosticar el primer caso americano de leishmaniasis (enfermedad que afecta la piel y las mucosas), retomó los estudios -desprestigiados por la comunidad científica brasileña-, que Carlos Chagas había realizado a principios de siglo en el Brasil sobre la afección producida por el Trypanosoma cruzi.

La vuelta a las investigaciones de Chagas tuvo lugar cuando Mazza relacionó a los afectados por la sintomatología del un mal común en el noroeste argentino (fatiga crónica, afecciones cardíacas que ocasionaban la muerte) con el hecho de que durante los primeros años de sus vidas estuvieran expuestos a la picadura de unos insectos parecidos a las cucarachas. Con gran laboriosidad, consiguió establecer mil casos demostrados de la enfermedad y descubrió la presencia del Trypanosoma cruzi en los corazones enfermos.
En forma científicamente indiscutible, Mazza estableció que el vector portador del mal era el Triatoma infestans, conocido comunmente como vinchuca, y que el parásito era inoculado por el insecto mediante la picadura.
Una vez identificada la enfermedad, y su vector, se estaba en condiciones de combatirla, y el método postulado por Mazza era la toma de conciencia por parte de la población y, en especial, de las autoridades. La acción concreta se basaba en mejorar las condiciones de vivienda para erradicar la vinchuca, que anida en las paredes de barro.
Pero el instar a una mejor calidad de vida para las clases populares, le costó al médico chocar contra los intereses creados: las autoridades provinciales tomaron como una locura el pedido de agua potable y sanitarios considerando a Mazza como un enemigo. Por otra parte, los infectados no terminaban de creerle que el mal era originado por la acción de un insecto tan tímido y común en lo cotidiano como la vinchuca. De todas maneras Mazza no abandonó su prédica.
De pueblo en pueblo, se dedicó a hablar con médicos, autoridades y público en general, buscando dejar en claro que la única forma de combatir el mal de Chagas era mediante una política sanitaria efectiva. Y lo hizo hasta el día de su muerte, que no sólo lo sorprendió a él sino también a su proyecto. En 1959, la Universidad cerró definitivamente la delegación Buenos Aires de la MEPRA por considerarla innecesaria. Se perdieron sus preparados y archivos de investigación. La organización que había tejido en la mayor parte del territorio nacional comenzó a desmoronarse.
Pero su legado es muy fuerte y la obra continúa en pie, sostenida por médicos e investigadores que no dejan de luchar contra el hoy llamado mal de Chagas-Mazza y contra las necesidades que continúan insatisfechas y cuando el recuerdo puede servir como una reposición anecdótica o como una muestra ilustrativa para todos aquellos a los que les falte referentes.
De carácter áspero y pasional, al parecer no tenía la habilidad de ganar la simpatía y la protección de los poderes públicos. Estaba muy lejos de lo que se suele llamar "un cortesano del poder".
Murió mientras dictaba una charla en un congreso médico en Monterrey, México, el 9 de noviembre de 1946. Si bien la causa principal fue un infarto, detrás del accidente coronario -y según indican algunas anotaciones de su médico personal- acaso haya estado presente el Tripanozoma cruzi, parásito que provoca la enfermedad de Chagas, la misma a la que dedicó la mayor parte de sus investigaciones.
La mayoría del cuantioso material documental de la MEPRA, fruto de más de veinte años de trabajo de Mazza y sus colaboradores, se perdió o fue destruido.

domingo, 18 de septiembre de 2011

LA CIUDAD - La Ciudad y la Torre



La Torre Monumental,
llamada popularmente
Torre de los Ingleses
fue donada por los
residentes británicos a
la República Argentina
en ocasión del
Centenario de la
Revolución de Mayo
de 1810.



La torre cambió su nombre a “Torre Monumental” luego de la guerra de Malvinas en 1982; pero la gente aún la llama Torre de los Ingleses. Se encuentra en el centro de la Plaza Britannia (Plaza Aeronáutica Argentina) en San Martín y Av. Libertador.
El monumento se convirtió, a lo largo del siglo pasado, en un fiel testigo del desarrollo urbano y fue durante años la puerta de entrada a Buenos Aires dada su vecindad con la terminal de los ferrocarriles de la Estación Retiro, el Puerto de la Ciudad y el Hotel de Inmigrantes, hoy convertido en museo.
Su ubicación fue fijada en el predio donde se hallaba la Usina de Gas de Retiro desde donde se distribuía el combustible para el alumbrado público.
La construcción de unos 60 metros de altura, está revestida con una combinación de ladrillos rojos y piedra labrada, dividida en seis registros. La estructura se emplaza sobre un basamento con cuatro escalinatas a cada lado y vertederos en sus esquinas.

La construcción
La piedra fundamental fue colocada en mayo de 1910 y el edificio inaugurado el 24 de Mayo de 1916. Para su ejecución se realizó un concurso, ganado por el arquitecto Ambrose Poynter, hijo del Presidente de la Real Academia de Londres. Poynter concibió la Torre según el estilo renacentista, según la tendencia imperante en Inglaterra a fines del siglo XVI, época que corresponde a la segunda fundación de Buenos Aires.
La obra se demoró debido al comienzo de la Primera Guerra Mundial. La construcción se confió a la empresa Hopkins y Gardom Ltd. y todo el personal técnico, como los materiales, salvo la arena y el agua, fueron traídos de Inglaterra.
Galería Histórica
La Dirección General de Museos a través de su Departamento Técnico Museológico realiza la curación de la Torre Monumental. La Torre exhibe en sus seis salas exposiciones permanentes y temporarias. La Galería Histórica, que ocupa el primero y sexto piso, expone con carácter permanente fotografías, planos, documentos, invitaciones, recortes periodísticos, entre otras piezas que conforman una visión abarcadora de la historia del monumento provenientes de los Museos de la Ciudad y de los archivos de distintas dependencias del Gobierno de la Ciudad.
Dedica tres salas de exposición a la fotografía: el denominado Fotoespacio del Retiro, allí se alternarán de forma periódica las vastas colecciones fotográficas de los nueve Museos de la Ciudad junto a las producciones contemporáneas.
Escudos y Emblemas
Tanto sobre la entrada principal, en la cual se encuentra una placa de mármol grabada donde se lee: "Los residentes británicos al gran Pueblo Argentino Salud. 25 de Mayo de 1910 ",como sobre las restantes caras, existe un friso donde se alternan triglifos y metopas ornamentadas con soles y diferentes emblemas del imperio Británico; puede reconocerse la flor del cardo -emblema nacional desde 1540-, la rosa de la Casa Tudor, el dragón rojo de Wales y el trébol de Irlanda.
A la altura del primer registro se encuentran los escudos del Reino Unido de Gran Bretaña y de la República Argentina. Se destacan además los emblemas de Inglaterra y de Escocia. Un unicornio y el león rampante enmarcan dos leyendas escritas en francés: "Dieu est mon droit" ("Dios es mi derecho") y "Honni soit qui mal y pense" ("Deshonor al que piense mal de esto") Orden de la Jarretiere en Inglaterra".

El reloj y sus campanas
En el piso superior, a 35 metros de altura, se encuentra el reloj, que posee cuatro cuadrantes de 4,40 metros de diámetro realizados en opalina. La maquinaria funciona con un péndulo de 4 metros de altura y alrededor de 100 kg. de peso. Sobre la maquinaria continúa la estructura de la torre, rodeada por un balcón-balaustrada y coronada por una cúpula octogonal cubierta de láminas de cobre y cabriadas de acero, sobre cuya cima gira una veleta que representa una fragata de tres mástiles de la época Isabelina. Este lugar alberga cinco campanas de bronce, la mayor de ellas pesa 7.000 kg. y el carillón que marca los cuartos de hora alrededor de unos 3.000 kg.
A veces, el sonido baña las playas de algo divino. La reminiscencia de esa sonoridad sagrada nos aguarda en el Retiro, como luego veremos. Pero el sonido del reloj en la Torre de los  Ingleses no es salto a lo divino. Es acústica de la medición, la fragmentación y control del tiempo. A partir del Renacimiento, los relojes desplazan a los campanarios de las iglesias. Las campanas anunciaban la Misa, evento de lo ritual y sagrado. El reloj ahora mide el tiempo profano, el devenir de los asuntos mundanales. Y señala, recuerda, la importancia de no "perder tiempo", de utilizarlo correctamente para actividades útiles y lucrativas.   
Por otra parte, la aguja del reloj moderno entra en conflicto con su otra dimensión: el péndulo. El vértice de la aguja batalla con el vaivén del péndulo. Lo pendular es el repetido ir hacia atrás (flecha hacia el pasado), y el ir hacia adelante (brazo hacia el futuro), siempre atravesando el capullo del presente. El tiempo pendular es continuo vaivén. Expansión hacia uno y otro lado. Expansión, lo contrario de una contracción. Y la aguja del reloj es esencialmente esa contracción. Aguja que siempre se contrae a señalar este instante, este presente, este ahora.
El tiempo contraído de la aguja es afín a la veleta que sostiene la cúpula de forma octogonal de la torre. La veleta de la Torre de los Ingleses representa a una fragata de tres mástiles de la época isabelina. La veleta se entrega al viento.   Alternativamente, el viento sopla hacia los cuatro puntos cardinales, hacia todas las direcciones del mundo. Pero la veleta isabelina en realidad, sólo navega en una dirección; la empuja una fuerza unidireccional: el hambre de conquista del imperio británico. Un barco con la silueta típica de la época de la Reina Isabel, (como el de la veleta que aparenta ser permeable a todas las direcciones del espacio) es lo que ostenta el navío de Sir Francis Drake. La nave pirata que acomete la segunda circunnavegación de la Tierra. Nave que recorre todos los mares, todas las direcciones, pero siguiendo el único sendero de la ambición de conquista de las Islas Británicas. Así, la veleta isabelina finge moverse en cuatro direcciones, pero su popa, entre las espumas oceánicas, labra una senda de un único sentido.
Mirador
En su interior, un ascensor vidriado recorta los ambientes hasta desembocar en el sexto piso. Desde allí se accede a un mirador que redescubre la ciudad desde una perspectiva que permite apreciar principalmente el barrio de Retiro, su terminal ferroviaria y el Puerto de Buenos Aires.
Visitas guiadas
Con la reapertura de la Torre Monumental, la Ciudad se apropia de un nuevo espacio cultural. Con el fin de difundir nuestro patrimonio arquitectónico, la Dirección General de Desarrollo y Promoción Turística ha programado una serie de Visitas Guiadas - realizadas por experimentados guías - en las que el visitante podrá conocer tanto la historia del monumento como redescubrir el barrio de Retiro desde una perspectiva inédita.

sábado, 17 de septiembre de 2011

NOTA DE TAPA - China se avecina



En los ultimos 12 meses, los asiáticos
desembolsaron casi us$ 15.600 millones en Latinoamérica. El principal foco fue el petróleo. 
Ahora, tienen interés en
bancos y agro.


Latinoamérica se ha convertido en una de las regiones más apetecidas por el gigante chino. La operación más grande que hicieron en la región en el último año fue protagonizada por Sinopec, que compró 40% de Repsol Brasil en US$ 7.109 millones.
En lo que va desde el año  2010 hasta mediados  de 2011, la Argentina recibió un 40% de las inversiones chinas en América latina, que fueron de US$ 15.584 millones, según un trabajo de la consultora Deloitte. El país quedó detrás de Brasil, que se alzó con casi un 60% de ese monto, también destinado mayormente a combustibles. Chile, capturó menos del 1% del interés chino en la región.
La china CNOOC compró el 60% de Pan American Energy (PAE), junto con el grupo local Bridas. Ambas ya contaban con el 40% de la empresa. Pagaron US$ 7.059 millones por la operación. Luego, le añadieron los activos de Esso en el país, por el que desembolsaron US$ 700 millones. Otra firma china, Sinopec, compró las posesiones de otra petrolera, la estadounidense Occidental, por las que pagaron US$ 2.500 millones.
Pero también el interés chino también va por otros sectores. Hubo un acercamiento del ICBC, una entidad de ese origen, con la filial argentina del Standard Bank, que es propiedad de un grupo sudafricano. Las familias locales Werthein y Sielecki tienen alrededor de un 25% del banco. En el mercado de fusiones y adquisiciones, dan por hecho que ya están en etapa de análisis de balances, aunque no se ha dado información oficial al respecto.
Por su parte, en Córdoba, se aprobó un proyecto para la construcción de un subterráneo que costaría US$ 1.800 millones. Sería una asociación entre la nacional Roggio y la China Railways International.
Ahora Río Negro
A partir de agosto, China oficializó que explotará tierras en Río Negro y que irá por más provincias
La empresa china Heilongjiang Group y el gobernador rionegrino Miguel Saiz brindaron detalles del controvertido proyecto de los asiáticos para producir soja en suelo patagónico en un acto al que también asistieron sectores ambientalistas, y todo derivó en una pelea a las trompadas.
Pero los movimientos de firmas como Heilongjiang Beidahuang State Farms Business Trade Group no son una rareza para los rionegrinos.
De hecho, el caso más resonante de China en la Patagonia tiene a esa provincia como epicentro. En esa jurisdicción, el capital asiático se aseguró en 2005 el dominio de un activo básico para la supervivencia de su aparato industrial.
En este sentido, la minera MCC mantiene bajo su poder la explotación del yacimiento de hierro Sierra Grande que produce unos 1,5 millones de toneladas de hierro crudo que son exportados de manera íntegra a China.
El volumen de riqueza ferrosa que esconde el suelo de Sierra Grande, aseguran especialistas del sector minero, es incalculable.
Dotado con una planta de procesamiento y hasta de un ferroducto de 31 kilómetros, el emprendimiento asiático se completa con un puerto propio instalado en Punta Colorada. En una conferencia de prensa que encabezó el gobernador de Río Negro, la firma estatal china Heilongjiang Beidahuang State Farms Business Trade Group oficializó el inicio de un proyecto de producción de cereales y alimentos en esa provincia patagónica. El anuncio de inversión llamó la atención no sólo por la cifra que involucra, unos u$s1.500 millones, sino también por los sucesos violentos -gritos y puñetazos- que acompañaron la presentación de la iniciativa. La propuesta, enfocada a una superficie total de 330.000 hectáreas, comprende la realización de obras de infraestructura e ingeniería de riego por parte de técnicos chinos. A cambio, los asiáticos tendrán exclusividad de compra de lo que se produzca en dichas tierras por espacio de 20 años. Precisamente este plazo, y el hecho de que el proyecto se lleve a cabo en los últimos valles de clima templado sin explotación intensiva de Sudamérica, viene despertando una fuerte oposición de organizaciones ambientalistas locales, que no dudaron en irrumpir en la presentación oficial del proyecto.
Pero éste no es el único punto que despierta resquemores. También se cuestiona la posibilidad de que el gobierno rionegrino absorba los gastos que deberá enfrentar la compañía china al momento de trasladar la producción a Asia.
En paralelo, el acuerdo rubricado con Heilongjiang Beidahuang State Farms Business Trade Group le otorga  prioridad para operar en el puerto de San Antonio Este por 50 años. De esta forma, la firma contará con una dársena exclusiva para mover los alimentos que produzca.
La naturaleza de estos beneficios es lo que motivó una gresca de varios minutos, de la que tomaron parte ambientalistas y representantes de prensa de la gobernación rionegrina y la empresa asiática.
No obstante, por fuera del escándalo, el momento sirvió de presentación en sociedad de otro gigante chino que suma presencia en esa provincia patagónica. En un español dubitativo, Yueyang Weng, titular de la Cámara Internacional China y representante de Heilongjiang Beidahuang State Farms Business Trade Group en el país, precisó que el convenio con Río Negro imita acciones que la nación oriental ya viene desarrollando en distintos países de África.
El empresario dio por sentado que habrá más avances en la Argentina. "El primer paso es Río Negro. Después se podrá negociar con otras provincias. Se verá qué es lo que ofrece cada una. Pero sí es algo que se hará más adelante", anticipó el ejecutivo.
Cabe destacar que la presencia de capitales chinos, con "paciencia y estrategia milenaria", se fue diseminando a lo largo y ancho de toda la Argentina.
Cómo es el proyecto chino en Río Negro
En un primer término, la idea del conglomerado asiático, que en su país maneja más de 5 millones de hectáreas de granjas estatales y privadas, es montar el sistema de riego para poner en producción 330.000 hectáreas de valles.

La superficie en juego es, cuanto menos, significativa. Un ejemplo que se presta a la comparación: por estos días, la zona de producción destinada para producir manzanas y peras en Río Negro -territorio frutal por excelencia del país- totaliza 60.000 hectáreas.
El agua del Río Negro hoy se utiliza en buena medida para regar 143.000 hectáreas. Pero el potencial en las planicies rionegrinas es de 857.000 hectáreas. Sobre parte de esa tierra ociosa, los chinos harán efectiva la producción de cereales y otros cultivos.
Asimismo, desde el gobierno rionegrino declararon que no se venderán tierras fiscales, pues la inversión del gigante asiático se canalizará a obras en campos privados, en acuerdo con sus propietarios, a través de fideicomisos por 20 años.
Por otra parte, el proyecto para limitar la propiedad y el uso de tierras por extranjeros en la República Argentina recibió un importante impulso en la Comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados de la Nación. En una reunión que contó con una nutrida presencia de casi todas las bancadas se abordó el acuerdo firmado por Río Negro -a través de su gobernador- con la empresa estatal china Heilongjiang, y se  pidió que se amplíe la restricción a la utilización de tierra por parte de estados extranjeros, por lo cual en alguna medida quedaría bajo la lupa el convenio sobre la utilización de 330.000 hectáreas en el Valle Medio e Inferior para exportaciones de cereales a China.

viernes, 16 de septiembre de 2011

ESTO PASÓ UN DIA DE SETIEMBRE... La Masonería en la Argentina




Un 1º de setiembre de 1859
se fundó la Masonería en la
República Argentina.





Rodeada del misterio que corresponde a una asociación secreta, la Masonería tiene una larga y compleja historia en la que supo sumar enemigos acérrimos y defensores a ultranza.
Los orígenes de la sociedad son antiguos y oscuros. Algunos historiadores afirman que sus comienzos se remontan a los mismísimos tiempos de Adán, otros lo ubican en la época del rey Salomón, en los años en que las Cruzadas intentaban reconquistar Tierra Santa o en el esplendoroso Egipto de los faraones.
Pero la mayoría coincide en que la Masonería tuvo sus orígenes en los gremios de arquitectos y albañiles que durante la Edad Media construyeron las grandes catedrales góticas y se juramentaron para guardar los secretos de su oficio.
Es por eso que los símbolos de la sociedad son las herramientas de los albañiles: la plomada, el nivel, la escuadra y el compás. Los grupos o logias dispersos se unieron en el siglo XVIII, cuando Teófilo de Desagullere, profesor de Oxford y prediador anglicano de la corte inglesa, reunió las siete logias dispersas de Inglaterra y fundó la Gran Logia Unida. En ese momento nació la Masonería moderna.
Han sido masones filósofos como Voltaire, Goethe y Lessing; músicos como Beethoven, Hayden y Mozart; genios rectores como Federico el Grande, Napoleón, Garibaldi, Martí, Miranda, Cavour y Bolívar, poetas como Byron, Lamartine y Víctor Hugo; escritores como Castelar, Bacon, Mazzini y Kipling; científicos como Lalande, Condorcet y d´Alembert, etc.
Una de las creencias que une a los miembros de las logias es la figura del Gran Arquitecto del Universo, especie de ser supremo que simboliza al creador.
Como todos los datos que rodean a la sociedad, la fecha y forma en que llegó al país, es también fuente de confusión y polémica.
Algunos afirman que vino de Inglaterra pero hay quienes sostienen que fue traída por los españoles aproximadamente en 1795. Así, viajeros, comerciantes, militares, intelectuales procedentes de Inglaterra, España, Francia y Portugal, difundieron las logias en América del Sur.
En Buenos Aires, las primeras noticias de la hermandad se remontan a fines del siglo XVIII. La primera logia en territorio argentino fue la "Logia Independencia", con protocolos de autorización otorgados por la Gran Logia General Escocesa de Francia. Dicha autorización data aproximadamente de 1795 y su sola denominación acusaba en sus integrantes una concepción autonomista para las tierras americanas.
Según refirió Francisco Guilló en su libro Episodios Patrios, la logia funcionaba en un semiarruinado caserón, donde tiempo atrás el presbítero Juan Gutierrez Gonzalez y Aragón había levantado la Capilla de San Miguel, que posteriormente fue abandonada ante las dificultades que los grandes zanjones oponían para que los feligreses pudieran llegar a ella durante y después de las lluvias.
Por lo que toca a la "Logia Independencia", con ese nombre apareció otra logia, presidida por Julián B. Alvarez, en 1810, y es probable que no haya tenido continuidad con la homónima anterior. Esta logia dirigida por Alvarez es la que suministró los elementos básicos para la constitución de la Logia Lautaro, con la cual se inició el historial más importante de la masonería en la Emancipación. 
Entre tantos datos dudosos, parece ser verdad que muchos argentinos ilustres fueron masones, entre ellos: Mariano Fragueiro (su presidente), Domingo F. Sarmiento, José Benjamín Gorostiaga, Nicasio Oroño, José María Gutierrez, Irineo Portela, Salvador María del Carril, José Francisco Seguí, José Mármol, Benjamín Victorica, Wenceslao Paunero, Nicanor Albarellos y el de los actores directos: Bartolomé Mitre, Santiago Derqui y al Gral. Urquiza, también masones.
Formaron parte del máximo tribunal argentino, Suprema Corte de Justicia, Salvador María del Carril, José Barros Pazos, José Benjamín Gorostiaga, José Figueroa Alcorta, Benjamín Victorica, Antonio Bermejo, Roberto Repetto y Antonio Sagarna.
Masones fueron varios presidentes de la República Argentina Rivadavia, López y Planes, Urquiza, Santiago Derqui, Bartolomé Mitre, Sarmiento, Juárez Celman, Pellegrini, Manuel Quintana, Figueroa Alcorta, R. Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Yrigoyen, Agustín P. Justo.
También en el Congreso Nacional: Leandro N. Alem (ex-Gran Maestre), Aristóbulo del Valle, Joaquín Castellanos, Emilio Gouchón (ex-Gran Maestre), Belisario Roldán, Luis María Drago, Valentín Alsina, Delfín Gallo, Juan Balestra, Carlos Conforti, Juan Luis Ferrarotti y Lisandro de la Torre,
en unión de cientos de otros legisladores masones.

jueves, 15 de septiembre de 2011

LA SALUD - Fundación Favaloro - Educación Física y Salud

La falta de actividad física, o sedentarismo, produce en el organismo muchas alteraciones negativas: disminuye el gasto cardíaco y la captación de oxígeno en los tejidos, aumenta la frecuencia cardíaca, el peso corporal total y la grasa. También se reduce el agua corporal y el calcio en sangre. De los estudios científicos realizados sobre el tema surge que con el tiempo se asocia con: obesidad, diabetes, hipertensión arterial, osteoporosis, diferentes tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares que pueden producir el infarto y el accidente cerebrovascular, y la aparición de demencia.
El ejercicio, por el contrario, mejora los componentes del fitness, que es la capacidad de realizar las actividades cotidianas con adecuada reserva y sin fatiga indebida, con energía para afrontar la emergencia y disfrutar de las actividades recreativas y/o deportivas. Estos componentes son: la capacidad cardíaca y respiratoria, la resistencia muscular, la fuerza, la flexibilidad y la composición corporal de grasa y músculo. Existe una relación inversa entre el grado de fitness y la mortalidad: a menor grado de fitness corresponde mayor mortalidad. Por el contrario, una persona que camina 60 minutos por día tiene el doble de sobrevida que la que no camina nada.
A rasgos generales, existen tres tipos de actividad física:
- Actividad regular: corresponde a la rutina diaria de trabajo o actividad de cada persona
 - Actividad recreativa: son actividades que la persona realiza por placer, por ejemplo, la jardinería o las caminatas
 - Actividad deportiva: correr, bicicleta, natación, golf, etc.
La suma de cualquier tipo de actividad dará como resultado el total de actividad física, mediante el cual podemos saber si una persona es lo suficientemente activa. Por ejemplo, si realiza menos de 30 minutos de actividad física por semana se considera que una persona es sedentaria. Por el contrario, una persona es activa si practica deportes al menos dos veces por semana y además camina 30 minutos por día y hace actividades recreativas.
Los médicos miden la capacidad funcional del individuo por medio de un estudio llamado ergometría o prueba de esfuerzo.

Beneficios del ejercicio
La actividad física regular es muy importante y brinda muchos más beneficios de los que uno se imagina:
- Reduce notablemente las posibilidades de complicaciones serias en pacientes con factores de riesgo cardiovascular o enfermedad ya establecida.
- Produce cambios orgánicos y psicológicos que ayudan a controlar el peso. Se queman más calorías durante el ejercicio pero además, si este se realiza regularmente, se logra un aumento del metabolismo global que lleva finalmente a un gasto mayor. Esto es lo que permite en gran medida mantener a largo plazo el descenso de peso.
 - Produce efectos positivos sobre el sistema cardiopulmonar y favorece una mejor entrega, distribución y utilización del oxígeno en el cuerpo.
  - Mejora la presión arterial. Reduce los niveles de triglicéridos y colesterol total, bajando el colesterol malo (LDL) y subiendo el bueno (HDL).
    - Mejora la respuesta de las células a la insulina. Esto es clave en el tratamiento del paciente con resistencia a la insulina, síndrome metabólico o diabetes.
    - Estimula el sistema inmunológico y refuerza las defensas.
    - Previene la osteoporosis y mejora la movilidad de articulaciones.
    - Reduce el estrés, la ansiedad, refuerza la autoestima y promueve liberación de sustancias como las endorfinas que brindan sensación de bienestar.
    - Reduce la mortalidad hasta un 25%
    - Mejora la fuerza y resistencia muscular, con lo cual el individuo adquiere mayor eficiencia para las actividades de la vida cotidiana
    MEJORA LA CALIDAD DE VIDA

Recomendaciones para lograr beneficios con el ejercicio
Una actividad física moderada, por ejemplo, caminar entre 30 y 60 minutos por día a una velocidad de 6 kilómetros por hora, es lo más recomendable. A esto habría que agregarle cualquier otra actividad diaria para sumar movimiento.
Es necesario hacer hincapié en que los mayores beneficios se logran practicando actividad moderada. Si uno pasa directamente a una actividad vigorosa no obtiene beneficio adicional pero sí se corren otro tipo de riesgos (osteoarticulares y cardíacos). Es necesario respetar las pautas que da el especialista y las señales de alarma de cada organismo, como la fatiga excesiva o la taquicardia exagerada.
Los ejercicios más recomendados son los aeróbicos de intensidad moderada, como la natación, el ciclismo y las caminatas, el yoga, el tai-chi-chuan, las actividades recreativas y artísticas y los hobbies.

Antes de comenzar una actividad física es conveniente:
Identificar si se encuentra dentro de un grupo de riesgo (diabético, anciano, con enfermedad cardiovascular, etc.) para que un especialista indique la actividad más acorde.
Realizar un examen cardiovascular y ortopédico
Calcular el fitness previo
En base a estos tres puntos el especialista indica el plan de entrenamiento adecuado para cada persona.
Los niños que comienzan una actividad física deberían efectuarse un control pediátrico para descartar cardiopatías congénitas. Se desaconseja que practiquen deportes vigorosos hasta los 11 años de edad.
Debemos tener en cuenta que, para que el ejercicio tenga los efectos beneficiosos esperados, siempre debe ir acompañado de una dieta sana y del respeto por las posibilidades y los límites de cada uno..
Fuente: fundacionfavaloro.org


miércoles, 14 de septiembre de 2011

MEDICINA ALTERNATIVA - Ganoderma Lucidum

La investigación sobre Ganoderma Lucidum encontrado en el GanoCafé 3 en 1 incluye las estructuras moleculares de sus componentes bioactivos, tales como polisacáridos, triterpenoides, inmunoproteínas y nucleósidos (Mizuno y Kin, 1995) y sus mecanismos funcionales (Chen, 2003) . Este hongo es muy conocido como Inmunoestimulante e inmunomodulador.
Durante centurias, la literatura japonesa y china han resaltado a Ganoderma Lucidum por sus efectos vigorizantes de la salud, especialmente en lo concerniente al incremento de la longevidad, al tratamiento del cáncer, la resistencia y la recuperación de las enfermedades. Los guías himalayos lo han empleado para combatir la enfermedad ocasionada por las grandes altitudes. Los indios Mayas tradicionalmente lo usan para combatir una variedad de enfermedadades transmisibles. Reishi, como es llamado Ganoderma lucidum, ha llegado a ser especialmente popular en años recientes entre los grupos de alto riesgo, los infectados de VIH (Stamets,1993).
De Ganoderma se han aislado un grupo complejo de polisacáridos que se reportan como estimulantes del sistema inmunológico, aumentando la producción de monocitos, macrófagos y citoquinas(http//www.viable-herbal.com/singles/herbs/s495.htm, 2003). Una teoría es que estos polisacáridos estimulan la producción de células “T” ayudantes, las cuales atacan las células infectadas (Stamets, 1993).
La adicción a los narcóticos deprime las funciones del sistema inmunitario. Se ha demostrado que los polisacárido-péptidos del Ganoderma Lucidum encontrado en el GanoCafé 3 en 1 pueden restablecer el Sistema Inmunológico deprimido por el uso de morfina y que puede ser potencialmente benéfico en el tratamiento de cáncer. Los polisacáridos de Ganoderma Lucidum son quimiopreventivos, inhiben la formación de 8-hidroxideoxiguanosina que representa un daño oxidativo en el DNA. La radioterapia, la quimioterapia y el uso repetitivo de morfinas para remediar el dolor, aunque indispensables en el tratamiento del cáncer pueden suprimir las funciones del sistema inmunológico. El estrés y el envejecimiento también pueden causar el deterioro de esta función (Liu, 1999 a).
Una inyección previa de un antioxidante de Ganoderma, restauró casi al 100% todos los parámetros bioquímicos disturbados por el uso de quimioterapia con adriamicina o cisplatina que induce nefrotoxicidad por estrés oxidativo. La cardiotoxicidad inducida en ratas ha sido revertida con extractos de Ganoderma con dosis de 125, 250 y 500 mg/Kg/día, durante 2 semanas. También se ha demostrado la reversión de la función inmunológica por los polisacaridos de Ganoderma lucidum, cuando esta se ha empeorado con mitomicina, 5 FU, citarabín, el estrés y el envejecimiento (Liu, 1999 a).
También se han aislado ácidos ganodéricos a partir de de Ganoderma Lucidum o Ling Zhi con efectos anticoagulantes sobre la sangre y disminuidor de los niveles de colesterol (Morigawa et al., 1986), siendo muy importante su acción sobre la reducción de los niveles de lipoproteína de baja densidad y también actúa sobre los triglicéridos. Ganoderma Lucidum exhibe propiedades antibacteriales y antioxidantes (http//www.viable-herbal.com/singles/herbs/s495.htm, 2003). El polvo de “laminillas” no extractadas o extractos del hongo han mostrado actividad antiinflamatoria comparable a la hidrocortisona (Stavinoha et al., 1990).
Ganoderma lucidum puede curar cáncer, el síndrome de fatiga crónica, la degeneración del hígado, desórdenes de la sangre (Stamets,1993).
Otro de los beneficios biomédicos potenciales de Ganoderma Lucidum es contrarrestar el problema de la resistencia microbiana principalmente a Staphylococcus aureus y Pseudomonas aeruginosa. Los extractos de setas y sus derivados han demostrado actividades antimicrobianas, entre ellos, los metabo- litos secun- darios extra- celulares como secreciones miceliares presentan actividad antibacteriana y antivírica; los exudados del micelio del hongo tienen actividad antimicrobiana y antiparasítica contra Plasmodium falciparum, el agente causal de la malaria (Chen, 2003).
Los polisacáridos de la pared celular de Ganoderma Lucidum y sus triterpenoides también han mostrado actividad antimicrobiana; más específicamente sus extractos actúan contra Bacillus y no parecen tener efecto contra otro tipo de bacterias. Los triterpenos del complejo Ganoderma applanatum exhiben actividad antibacteriana principalmente contra bacterias grampositivas, tales como Bacillus cereus y Staphylococcus aureus (Gerber et al., 2000).
En algunos casos cuando no ha resultado el tratamiento convencional contra determinadas enfermedades, Ganoderma puede ser útil; así por ejemplo en algunos estudios clínicos, se ha logrado el mejoramiento de esclerodermia facial (Liu, 1999 b).
También se ha comprobado que Ganoderma Lucidum es un auxiliar importante por su eficacia para el tratamiento de alergias Inhibiendo la producción de histamina por lo cual reduce la respuesta alergénica, mal de Alzheimer, aumentado la capacidad intelectual y mejorando la memoria. Actúa como analgésico y anti-inflamatorio, por lo cual es útil en el tratamiento de enfermedades inflamatorias incluyendo la artritis. Para el cáncer se puede emplear conjuntamente con los tratamientos convencionales, la quimioterapia, la radiación y la cirugía; ha demostrado su eficacia en la reducción tumoral de cáncer de pulmones, senos, hígado, páncreas, recto, riñones y cerebro. Previene la formación de coágulos de sangre evitando daño al corazón y posibles infartos al miocardio; previene la angina de pecho, la arritmia cardíaca facilitando la circulación sanguínea de las arterias coronarias. Aumenta la capacidad vital del organismo inhibiendo la fatiga. Es un hepatoprotector potente que no interfiere en el metabolismo de los alimentos. Controla eficazmente la hiperglicemia, facilitando la segregación insulínica del páncreas.Estimula la actividad inmunológica de los linfocitos “T” inhibiendo la propagación del VIH. Mediante su administración diaria controla la hipertensión, por su acción normopresora arterial periférica sin efectos colaterales (http:// www.hongoskamuhro.com.mx/index.htm).
Otras enfermedades sobre las que actúa el GanoCafé 3 en 1 con Ganoderma Lucidum son: gastritis, hemorroides,  anorexia, nefritis, dismenorrea, constipación, lupus eritematoso, leucopenia,prevención del olvido en la vejez, etc.
Medicina, Noticias, Testimonios
por Equipo Centro Médico D´vinci

martes, 13 de septiembre de 2011

PERSONAJES - Ana Beker: la amazona de las Américas

Ana Beker era argentina, sus padres eran letones. El 1 de octubre de 1950, partió de Buenos Aires (Argentina), llegando el 6 de julio de 1954 a Ottawa (Canadá).
Esta hija de agricultores había consagrado cuatro años de su vida a unir a caballo las capitales mas distantes de las dos Américas, y sobre todo a realizar su sueño.
Parte de la pampa con dos caballos Criollos, Príncipe y Churrito, y llega a los rascacielos con Furia y Chiquito Luchador. La "gaucha rubia", que hablaba fuerte y que tenía un revolver calibre 38 en la cintura, atravesó Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala, México y de Texas volvió a partir rumbo a Nueva Orleáns, Washington, Nueva York y Montreal antes de llegar a su destino.
Alentando a sus caballos con besos y golpecitos de fusta, la "Amazona de las Américas" tuvo que protegerlos de las mordeduras de los murciélagos, nutrirlos tanto con arroz como con carozos de maíz, salvarlos de los ataques de los cóndores en los Andes y de los de jaguares en la jungla, y si les frotaba con ajo sus cuartillas, no era para alejarles los vampiros, sino para impedir que se acercaran las serpientes venenosas.
Casi al pasar, ella cuenta cómo elude el pedido de matrimonio de un cacique, atraviesa sin dificultad la guerra civil en Colombia, comparte el sueño de un buscador de tesoros en el lago Titicaca y escapa de los cazadores de vicuñas, sin murmurar cuando uno de sus caballos le da una patada. Ana Beker escribe de manera sencilla, no rebuscada, sin drama, y es así como se puede percibir mejor su talento, que se notará durante su viaje.

Atacados por los cóndores
De forma trágica, y con algunos días de diferencia, Príncipe y Churrito, los dos caballos Criollos de Ana Beker murieron en los alrededores de La Paz, Bolivia. La sorprendente anécdota que reproducimos aquí se desarrolla en Perú. Luchador, un caballo gris de doce o trece años, de buena apariencia y una yegua zaina de catorce años son los nuevos compañeros para continuar el viaje.
"Sucedió durante una de mis solitarias paradas, cuando contemplaba emocionada el grandioso espectáculo que me brindaban las cumbres y los precipicios de la Cordillera. Los cóndores sobrevolaban mi cabeza, con una majestuosidad que parecían los reyes de los Andes.

Estaba sentada con los pies al borde de un camino muy angosto, en forma de caracol, y los caballos estaban parados unos metros mas lejos, muy atentos. En semejante terreno, es difícil olvidarse el peligro de caer en el precipicio. Luchador se encontraba un poco mas alejado, buscando hierba entre las piedras. De pronto, vi un gran cóndor volar en picada hasta mi caballo. Luego, otro, y luego tres, cuatro cóndores describían en el aire círculos majestuosos alrededor de Luchador, quien se inquietó cuando el ave le dio un terrible golpe con su ala; después lo ataca otro, lo cual me espantó tanto como a mi caballo. Entonces, los cóndores comenzaron a golpear a diestra y siniestra con sus enormes alas a mi pobre montura. Comprendí inmediatamente su intención: trataban de desequilibrar a Luchador para que perdiera pie y se desbarrancara.
Me abalancé sobre Luchador en el momento apropiado para ajustar su protector de cabeza e impedir que cayera al precipicio. Los cóndores retomaron altura, luego, sin preocuparse por mi presencia, volvieron a la carga. Se les veía furiosos por no poder cumplir con su objetivo. Aquello fue un verdadero combate; el caballo estaba aterrorizado y yo gritaba girando los brazos para espantarlos. Se alejaron un poco y entonces aproveché para atar el cabestro a una piedra grande. Volví cerca de mi equipaje, y con mi revólver disparé tres o cuatro tiros. Las detonaciones mantuvieron a las aves de rapiña a una buena distancia, lo cual me permitió llevar a los caballos hasta un lugar más espacioso y mas seguro.
Ana Beker con Libertad Lamarque

Este suceso fue el que mas me asustó durante mi viaje. Las aves tardaron bastante en desaparecer, lo hicieron cuando se convencieron de haber perdido su presa. Yo desconocía esta actitud de los cóndores, pero luego supe que procedían de esa manera con los burros, las mulas o los caballos abandonados a causa su edad por los Indios. Si los encontraban en esos parajes escarpados y abruptos, los hacían caer como ya les he explicado. Una vez caídos y muertos, se precipitaban todos para atracarse con sus despojos hasta no dejar mas que los huesos. Yo misma vi cómo , cerca de Abancay, un mula vieja y desgarbada que probablemente se habría alejado de la manada era atacada por los cóndores. La golpeaban con sus alas hasta hacerla caer al suelo. Me asomé por la falla en la que había caído y vi a los cóndores desmembrarla y destrozarla con furia a picotazos. Sin saber de dónde venían, aparecieron de pronto decenas de aves de rapiña que sobrevolaban el lugar de la encarna. Cuando los cóndores se alejaron, se acercaron los buitres..."

La amazona de las Américas, un libro culto
La Amazona de las Américas inspiró a toda una generación de expedicionarios a caballo. Cuando se sabe que se trata del periplo de una mujer que, en 1950 montó un caballo en Buenos Aires y llegó cuatro años mas tarde a Ottawa, se dice que no hay nada sorprendente en ello. Nada, no, salvo el hecho que nadie entre ellos nunca lo había leído, por una buena razón: fue editado en Argentina en el año 1957 con menos de 3000 ejemplares, nunca traducido, irremediablemente agotado, este libro no dejó de existir.